PROFR. Y Lic. Severo GOMEZ BELTRAN.
La Benemérita Escuela Normal Urbana de La Paz, “Profesor Domingo Carballo Félix”, inició sus actividades el Cinco de febrero de mil novecientos cuarenta y cuatro y vendría así a sustituir a sus antecesoras, las Normales Rurales, que funcionaron anteriormente en las poblaciones de San Ignacio y Todos Santos, con lo que se impulsaría la formación de maestros con una formación académica pedagógica profesional y que actualmente como parte de su evolución egresan con el nivel de licenciatura.
El gobernador del entonces Territorio de Baja California Sur, general y diputado constituyente nacional, General Francisco J. Múgica, apoyo este proyecto iniciando sus labores en el edificio que ocupaba la escuela Secundaria José María Morelos y Pavón, ubicado en la calle Belisario Domínguez entre Independencia y Cinco de Mayo, por lo que se consideraba que el ciclo normalista constaba de seis años.
En la actualidad funciona, ocupando toda una manzana de esta capital entre las calles Félix Ortega, Márquez de León, Licenciado Verdad y Juárez, incluyendo en sus instalaciones un albergue para sus alumnos foráneos conocido como el “Internado de la Normal”, que todavía continúa operando.
Por ello se desocuparon los locales que como albergues se tenían alquilados en el centro de la ciudad, el de “varones”, por la calle Revolución entre Reforma y 16 de septiembre (después sería en ese lugar la Tienda El Águila) y el de “Señoritas” por la calle Degollado entre Madero y Revolución (actualmente una casa de huéspedes a media cuadra del mercado municipal Madero), lo que permitió que sus alumnos procedentes de las poblaciones foráneas, realizaran sus estudios en este plantel, al proporcionarles alimentación y hospedaje durante la duración de sus estudios.
El profesor Domingo Carballo Félix, cuyo nombre se le impuso a este plantel, por su destacada labor durante casi treinta años que lo dirigió, fue parte de la planta docente fundadora, que recibió por esta brillante trayectoria magisterial el “Titulo de Maestros de Maestros”, al cumplir cincuenta años de su fundación, y como reconocimiento a esta distinguida labor magisterial, sus restos mortales se encuentran en la Rotonda de los Sudcaliforniano Ilustres de esta ciudad.