Lic. Severo GOMEZ BELTRAN.
La llegada del navegante Cristóbal Colon, a este continente el doce de octubre de mil cuatrocientos noventa y dos, no fue un encuentro de dos mundos, sino que constituyó el choque de dos civilizaciones, la de los españoles que por medio de la fuerza sometieron a los pueblos autóctonos, destruyeron sus culturas por lo que no puede considerarse, este acontecimiento el llamado “Descubrimiento de América” como un motivo para celebración nacional.
En eso coinciden los estudiosos de la historia de nuestra época, destacando, como uno de los acontecimientos de gran relevancia en este proceso de la dominación, fue la caída del imperio Azteca, al derrotar las tropas españolas a los defensores de Tenochtitlan, su principal centro ceremonial político y religioso.
Lo que se convirtió en una página criticable en la historia de la humanidad, porque fue el principio de la esclavitud y explotación que impusieron como conquistadores estos europeos, a los pueblos indígenas originarios de estas tierras después llamadas Continente americano.
Y de esta forma, por medio de la violencia, realizaron la abolición de las poblaciones indígenas, sus costumbres, creencias religiosas, sistemas de gobiernos y la destrucción de los pueblos, pero además de la mezcla de estas dos culturas, surgió el mestizaje, que no generó ningún beneficio para los indígenas de nuestro continente.
Es por ello que no debe celebrarse el doce de octubre, como un encuentro de “Dos Mundos”, por la llegada del navegante Colon a estos territorios, sino recordar las consecuencias sociales desfavorables, que provocaría al propiciar que el imperio español sometiera a los pueblos indígenas y que actualmente, genera controversias de los historiadores, al analizar las condiciones en que se generó el mestizaje, por medio de la fuerza para esclavizar a la población indígena autóctona.