La interrogante surge luego de conocer la tragedia que se registró allá en Santa Rosalía el fin de semana que concluye donde una familia de cinco integrantes, se arriesgaron a cruzar uno de los arroyos de la cabecera municipal de Mulegé y la fuerza de la corriente fluvial los arrastró hasta el mar.
De no haber sido por la respuesta casi inmediata de los cuerpos de auxilio de aquella población la tragedia hubiera sido mayor porque lograron salvar a cuatro de los damnificados y uno de ellos no pudo sobrevivir por ahogamiento.
No es la primera tragedia que se da en la entidad sudcaliforniana a paso de un huracán del tipo de Hilaryque, curiosamente trajo mucha lluvia y digo curiosamente porque se sabe que los huracanes traen más vientos que agua y las tormentas tropicales más agua que vientos
Las personas desafían la fuerza de las corrientes de agua que bajan a través de los arroyos con destino, prácticamente en todos los casos al mar (son contados aquí los que derivan en presas) y piensan en que podrán cruzarlos a bordo de los vehículos de su propiedad, pero luego sucede lo que ocurrió allá en la zona de Santa Rosalía con resultados trágicos para quienes lo intentan.
Lo sucedido, debería hacernos reflexionar y pensar en que todas y todos deberíamos hacer eco a los llamados que hacen las autoridades, antes y durante el paso de los fenómenos hidrometeorológicos, por territorio sudpeninsular para evitar el cruzar los arroyos cuando llevan agua generada por lluvias torrenciales y así evitar que se corra el riesgo de perder la vida.
Como dicen las diputadas y los diputados cuando terminan su intervención en tribuna, ¡es cuanto!…
COLLAGE: El gobernador VÍCTOR MANUEL CASTRO COSÍO visitó Santa Rosalía para constatar, evaluar y establecer planes de trabajo ante los daños que ocasionaron las lluvias y vientos del huracán Hilary, destacando “que las y los sudcalifornianos sepan y sientan que sus gobiernos les responden, que estamos con ustedes e iniciaremos acciones para que este municipio esté de pie lo más pronto posible”