Esto solo lo hago en ocasiones muy especiales y son contadas las que he cedido este espacio periodístico para la publicación de trabajos de análisis y reflexión de otros colegas en lo local o de opinólogos que escriben en medios informativos considerados de alcance nacional.
Hoy he decidido cederle el espacio a lo sustancial de la columna del Dr. LEO ZUCKERMAN publicada este miércoles 09 de agosto en el periódico Excélsior que se edita en la CDMX.
Y lo hago porque, por un lado, desde hace días traigo en el tintero abordar el tema sobre los libros de texto que se distribuirán para el ciclo escolar 2023-2024 y por el otro, porque coincido plenamente con el articulista con quien, por cierto, mantuve una relación vía correo electrónico hace algunos años.
Va pues el concepto medular de su columna:
“El concepto de “libro de texto gratuito” es engañoso. No son gratuitos. Son pagados por nuestros impuestos. Deberían conocerse como libros de texto financiados por los contribuyentes. No estaría mal decirles así para que los niños aprendan que nada es gratis en la vida. Siempre hay alguien que paga.
En una sociedad tan plural como la mexicana, pensar que todos los niños deben educarse a partir del mismo libro es una idea vieja propia del nacionalismo del siglo XX. Sí, en ese entonces había que formar una nación con los mismos valores y, sí, la manera de hacerlo fue a través de una educación centralizada con libros iguales para todos.
Pero eso ya está superado. Hoy la nación mexicana existe y una de sus características es la pluralidad. ¿Por qué no dejar que cada estado, municipio o incluso escuela, con la participación de padres de familia, escoja sus propios textos de una lista aprobada por las autoridades?
Entiendo que en matemáticas se pueda estudiar a partir de un solo libro, pero ¿por qué en ciencias o historia? ¿No sería bueno que cada región tuviera un texto de acuerdo a sus realidades geográficas?
Esto, sin embargo, no es lo más importante. Me temo que el libro como instrumento educativo es cada vez más obsoleto. La realidad de hoy es digital. Los niños cada vez usan más los teléfonos inteligentes para aprender. Ahí, a un clic de distancia, tienen todo el conocimiento que necesitan. ¿Por qué si los adultos usamos Google para nuestras consultas, no permitimos que los niños hagan lo mismo?
Seguir pensando en libros de texto gratuito como herramientas educativas es tanto como enviar un mensaje por telegrama hoy en día. El telégrafo es una tecnología anacrónica. Hacia allá va el libro en el ámbito de la instrucción.
La tecnología es precisamente la característica central de este siglo. Lo que antes tardaba cien años en cambiar, hoy ocurre en menos de un lustro. La tecnología es la fuerza que conduce hoy a la humanidad incluyendo el traspaso de la sabiduría”…
COLLAGE: “Para la presente administración, es prioridad la seguridad y bienestar de las y los habitantes, por lo que las acciones no se enfocan exclusivamente en la atención de desastres, sino en su prevención”, destacó el gobernador VÍCTOR MANUEL CASTRO COSÍO durante la firma de convenio para la elaboración del Atlas de Riesgo para el estado de Baja California Sur.