A poco más de 80 años de la llegada de aquella oleada de refugiados españoles que huían del empoderamiento del llamado generalísimo FRANCISCO FRANCO veo con tristeza que los mexicanos seguimos haciendo lo mismo que se decía en aquellas épocas que convulsionaron al mundo y que fueron el preludio de la Segunda Guerra Mundial.
¿Y qué es lo que hacían las mexicanas y los mexicanos de entonces que lo seguimos haciendo nosotros en la actualidad?, se preguntarán sin duda alguna los acuciosos lectores de esta columna
Bueno, según me contaba mi padre, resulta que un día se encontraron dos españoles en el aeropuerto internacional de la hoy Ciudad de México. Uno se regresaba a la Madre Patria y el otro venía llegando junto con centenas de refugiados que huían de la guerra y del régimen dictatorial de FRANCO.
El que regresaba a España, llevaba varios cofres llenos de dinero, joyas, documentos bancarios de inversiones, valiosos cuadros y otros objetos que revelaban que aquel gachupín gozaba de un excelente nivel económico.
El que llegó de España, con una especie de itacate al hombro, o como dicen vulgarmente, con una mano atrás la otra adelante, se llenó de asombro al ver toda la riqueza que ostentaba su paisano y quiso saber cómo la había obtenido y le rogó que lo ilustrara bien para que también el pudiera alcanzar ese éxito económico tan boyante.
Estaba seguro de que si su paisano había logrado amasar tal fortuna, el podría correr la misma suerte, siempre y cuando le diera las claves para lograrlo.
El español que se marchaba le dijo al recién llegado que, en México, en el país que a él le había abierto las puertas muchos años antes y que en ese entonces también ofrecía asilo a sus paisanos, los ingleses tenían el control de la marina mercante y algo de la explotación petrolera que estaba en auge.Luego, agregó, que los belgas tenían controlado el mercado de las herramientas; los chinos el del papel y la pólvora; los franceses los perfumes; los italianos el mercado de los vinos y la moda; los japoneses la electrónica; los rusos controlaban el mercado del caviar y del vodka; los estadounidenses el mercado del petróleo, la minería y los bancos y que los españoles, sus paisanos, tenían el control de las ventas del aceite de oliva, del chorizo y del jamón serrano.
Entonces intrigado el español recién llegado le dijo con voz fuerte: ¿Bueno rediez, y los mexicanos que hacen?, coño…
¡Ah!, ellos se dedican a hacer política.
Y es lo que hacemos todo el año, todos los trienios y todos los sexenios y para muestra, el botón de las precampañas que no son campañas y de los candidatos que no son candidatos. ¡Recórcholis!…
COLLAGE: Con el objetivo de analizar la legislación para las comunidades indígenas y afrodescendientes, el subsecretario General de Gobierno, ISIDRO MARTÍN IBARRA MORALES sostuvo reunión con la diputada EUFROCINA LÓPEZ VELASCO quien presentó propuesta en esta materia, para garantizar en Baja California Sur, los derechos de estos grupos sociales.