Uno de los problemas al que se enfrentan los partidarios del socialismo, que en
realidad funciona como un capitalismo de Estado, es que se quedaron sin
ejemplos en el mundo para demostrar que las políticas económicas socialistas
reducen la miseria y aumentan el poder adquisitivo de los pobres.
En América solo hay 3 países que practican el socialismo real: Cuba, Nicaragua y
Venezuela. Cuba, que hace años tenía uno de los niveles de vida más alto de
Iberoamérica, ahora su nivel de vida es parecido al de Haití. Una de las pruebas
del bajo nivel de vida de Cuba en relación con sus vecinos es la emigración. Si
salen personas de Haití es porque es más pobre que los otros países de
Latinoamérica. Con prácticamente la misma población de Haití, hasta 2021
salieron más cubanos de Cuba, 1 655,000, que haitianos de Haití, 1 585,000. Más
del 50% de las personas que buscan entrar a los Estados Unidos por la frontera
norte de México, son cubanos.
El siglo pasado de todos los países de Sudamérica llegaban a Venezuela porque
ofrecía mejores oportunidades de vivir mejor. Actualmente, desde la llegada del
socialista Chávez al poder y de su guardaespaldas, el ahora presidente Maduro,
millones de venezolanos emigran de Venezuela, por la escasez de alimentos, de
trabajos y de habitación.
En Europa, los países de Europa Oriental abandonaron el socialismo y en la
URSS, hasta antes de Putin, promovieron las empresas privadas y la inversión
extranjera para crecer.
China abandonó el socialismo. La base de su actual progreso son miles de Zonas
Económicas Especiales, donde los impuestos representan una tercera parte que
los de México. Hay flexibilidad laboral y libertad de introducir y sacar recursos y
productos de China.
Algunos socialistas ponen como ejemplo de éxito a los países escandinavos:
Dinamarca, Suecia y Noruega, lo cual es falso. En esos países, aunque hay un
elevado sistema de seguridad social, la mayoría de su producción y
comercialización está en manos de empresas privadas. El siglo pasado las
comparaciones entre Alemania occidental, con un sistema de mercado y la oriental
con un sistema socialista, y la de Corea del Sur con un capitalismo competitivo y
Corea del Norte con un capitalismo de Estado o socialismo real, son muestras de
sobra de la ineficiencia del socialismo, que solo sirve para concentrar el poder y la
riqueza en manos de los gobernantes.