Por: Pablo Núñez Moyrón
Cuando su majestad el picheo se ausenta, las carreras llegan al por mayor y eso se vivió la noche del pasado miércoles en el segundo de la serie entre los provenientes de “la bella cenicienta del pacífico” y los del “puerto de ilusión”, Marineros se puso al frente desde el primer inning anotando 4 carreras, producto de hits y cuadrangulares, Delfines respondió en el segundo con 1, Marineros aumentó la cuenta en el tercer episodio con 1, por su parte Delfines en el 5º respondió con 3, en la sexta entrada Marineros tildaron 3 y Delfines respondió con 4 para poner la pizarra 8 – 7, a favor de los de casa, lo que ponía a la afición al filo de la butaca con las emociones a tope por el tremendo regreso de los azules.
En el octavo episodio Marineros marcó 1 más para emparejar 8 – 8, en ese momento los de casa trajeron a la loma a su estelar pitcher Joel Paula, para apagar las aspiraciones de más carreras de los visitantes, lo que hacía a la afición suspirar por extra innings, pero Delfines respondió nuevamente con 1 carrera en el cierre de la entrada para ponerse de nuevo al frente 9 – 8.
Para la novena entrada, Paula se resintió de una lesión y fue necesario acudir nuevamente al bullpen por otro relevo, este fue Ramón Arovez quien lamentablemente para la causa, no traía la dosis para dominar al bateo visitante, quienes de inmediato le llenaron la casa sin outs, y luego con hit le marcaron la carrera del empate, nuevamente fue necesario acudir al relevo y en esta ocasión el turno fue para el paceño Brandon Telechea, quien dominó a su primer adversario pero este le sacó largo elevado por el jardín central que impulsó vía pisa y corre la carrera de la ventaja para los visitantes, Telechea retiró en orden a los dos siguientes bateadores, pero el daño ya estaba hecho.
Al cierre de la novena Marineros trajo a la loma de los disparos al tremendo cerrador Francisco López quien retiró en orden a sus tres rivales para agenciarse el salvamento, el triunfo se lo acredita el relevista Víctor Morales y el descalabro fue para Ramón Arovez.