Lic. Severo GOMEZ BELTRAN.
Ayer se cumplieron setenta años de la constitución de la Empresa Exportadora de Sal en la población de Guerrero Negro, que surgió al otorgarle el gobierno federal, el siete de abril de mil novecientos cincuenta y cuatro, al naviero Daniel K. Ludwid, una concesión para la explotación de la sal.
Con este acontecimiento, se realizó también el nacimiento de esa población salinera, actualmente perteneciente al municipio de Mulegé y los primeros habitantes que se recuerdan, son el señor Miguelito Aguilar Murillo y doña Fidelia Leyva Tapia, que tenían su vivienda en establecida al norte del paralelo veintiocho, la línea geográfica que divide a nuestro estado con la vecina entidad del norte de la península de Baja California.
Porque el ocho de abril de abril de mil novecientos cincuenta y cuatro, con la presencia de un notario público, del dueño de la empresa Daniel K. Ludwig, del gerente Arthur McKarty y de Arturo Castro representante del gobernador del Territorio de Baja California Sur y sus trabajadores a las once horas con cuarenta minutos, se declaró oficialmente la población de Guerrero Negro,
Y entre los primeros trabajos que se realizaron, se encuentran la construcción del camino para comunicar las instalaciones salineras con el llamado “Puerto Viejo” y oficialmente denominado después Venustiano Carranza, un muelle, los vasos concentradores y cristalizadores de la sal, así como también pozos de agua entre otras obras de infraestructura para su comunicación con el resto de la región.
Pero fue hasta en el año de mil novecientos cincuenta y seis, cuando el gobernador del entonces territorio de Baja California Sur, realizó el izamiento de la bandera nacional, con lo que se dio el respaldo oficial para el desarrollo de la actual población salinera de Guerrero Negro.
Posteriormente el gobierno mexicano adquirió, las acciones de la empresa salinera como socio mayoritario con un cincuenta y un por ciento de las acciones y el restante cuarenta y nueve por ciento, la todavía a empresa Mitsubishi, por lo que se convirtió como un organismo paraestatal y en una de las más importantes salineras en el ámbito internacional, hasta el pasado veinticuatro de febrero en que el presidente de México Lic. Andrés Manuel López Obrador la nacionalizó durante una visita a esta entidad.