Lic. Severo GOMEZ BELTRAN.
Por decreto presidencial del doce de noviembre de mil novecientos treinta uno, se instituyó en México, el Día del Empleado del Servicios Postal Mexicanos, como reconocimiento al importante trabajo que desempeñan los llamados “Carteros” de repartir la correspondencia o “Cartas” como también paquetería y envío de dinero por medio de los giros postales.
Se estableció esta celebración, en reconocimiento a dos trabajadores postales, que durante la época del movimiento armado revolucionario, en la primera década del siglo pasado, a cargo de un tren que llevaba correspondencia y dinero, el cual sufrió un accidente y en lugar de apropiarse de estos valores, con su ropa y gorra cubrieron los bultos para evitar que se dañaran con las lluvias los que protegieron hasta que fueron rescatados.
Para los habitantes de nuestra entidad durante las décadas pasadas, el servicio de correos, fue muy apreciado como medio de comunicación con sus familias y de apoyo a comerciantes o empresarios, para el desarrollo de las actividades productivas, ya que entonces la correspondencia se trasladaba por las llamadas “Rutas postales”, hacia la región norte o sur del estado.
Y una de ellas desde esta ciudad hasta los campos pesqueros, como es el Estero Salinas Puerto Chale y al Valle de Santo Domingo, la cubrió por muchos años Don Francisco Beltrán Álvarez, por vía terrestre y marítima para transportarla.
Para lo cual en cada una de las pequeñas ´poblaciones a lo largo de esta entidad, funcionaba una oficina de correos, a donde llegaba por medio de camiones de carga la correspondencia reexpedida de esta ciudad, la mayoría de ella constituida por cartas familiares, algunas de ellas de contenido amoroso entre noviazgos incipientes pero también otros, confirmando el final de una relación sentimental sostenida a distancia o noticias tristes como enfermedades o fallecimiento de familiares, por lo que el Cartero lo esperaban ansiosamente en los hogares, los que diariamente recorría por las calles de la ciudad.
Mientras que para los efectos oficiales o judiciales y contestaciones de los asuntos que debían efectuarse en un plazo determinado, se tomaba en cuenta la fecha de depósito señalada en el timbre postal o también para registrar la llegada de vehículos en recorridos Inter peninsular o la certificación del inicio de labores a trabajadores de gobierno, todo estos se realizaban en las oficinas de correos.
Las primeras oficinas de correos en esta capital, estuvieron ubicadas en la esquina de las calles dieciséis de septiembre y Madero, posteriormente se cambiaron a Independencia y Revolución, hasta mediados de la década de los años sesenta, en que pasaron a ocupar el inmueble ubicado en Revolución y Constitución, donde actualmente se encuentran establecidas en el mismo edificio también están las Telégrafos Nacionales.