Licenciado Daniel Gallo, ejemplo para la juventud.
La permanencia en la presidencia del tribunal superior de justicia del estado obedece a un comportamiento decoroso de quien representa la justicia y los integrantes del pleno. No hubo mejor día para reconocer la labor de Daniel Gallo, que todavía durara su encargo hasta abril del año venidero. Hoy precisamente en que se conmemora el Día del Estudiante de todos los niveles, refiriéndonos a esa juventud estudiosa que son los relevos generacionales.
Pero retrocedamos en el tiempo, transitábamos en el vehículo de nuestro inolvidable compañero José “Che” Navarro, de San José del Cabo a donde fuimos por el importe de un convenio de tres mil pesos. Pasando San Bartolo sonó el teléfono, era el secretario particular del gobernante recién desempacado, Marcos Alberto Covarrubias Villaseñor, para informarme que yo había sido designado para que hablara a nombre de la sociedad civil en la sesión solemne del Congreso. Y agregó: “Ya sabe usted como son las cosas”. Le repuse, yo voy a hablar de lo que escucho de la ciudadanía que es la sociedad civil. No más palabras, preparé el discurso y en uno de los párrafos me dirigía a la estructura de la presidencia del Tribunal Superior de Justicia. No es presunción, no tembló la voz para decirles que se querían eternizar en los puestos negándoles de esta manera aquellos estudiantes de leyes que iniciaban su carrera profesional como actuarios, ministerios públicos, jueces de lo civil y finalmente llegar a las metas de las magistraturas y por que no a la presidencia del tribunal. Pero el Poder Judicial estaba engarruñado por el Poder Ejecutivo. Les dije claramente que no estaba bien. Que pensaran con alteza de miras, todo tiene su tiempo. A los señores diputados les dije que ahí se iba a legislar para todo un pueblo, no para un partido en particular.
Al final del día y sobre este particular persiste la división de poderes y lo destacamos porque hay muchas argucias que pudieran haber presionado para que dejara el puesto don Daniel. Durante su ejercicio he destacado que se ha desplazado a norte y sur por la entidad para informar a las familias de personas que están privadas de su libertad, como van sus procesos y sus beneficios. Eso en lo personal me causo simpatía y es así como se debe trabajar.
Por la tarde de ese día Salvador Gutiérrez Salgado, quien fungía como director de Difusión puso en la mesa las currículos para darle la oportunidad a un elemento de la prensa de que hablara y le preguntó Marcos Alberto: “¿Para ti quién es? Y puso el dedo en el expediente: “!Este el que te va a hablar!” y va a estar sólido.
La tarde del día de los hechos recibí una llamada de Salvador y me dijo: “Profe, muchas gracias, están conformes con su participación”.
Agradecí la confianza y antes de iniciar el texto de la pieza oratoria dediqué el trabajo a todos los elementos de la prensa escrita y electrónica. Eso arrancóo el primer aplauso.
Hoy de cualquier forma y manera Castro Cosío respeta la norma establecida en cuanto al tiempo que le queda al titular del Poder Judicial de Baja California Sur.
La frase de este día es del latín: “ Dura Lex Sed Lex” (la ley es dura pero es la ley y hay que respetarla)