Alfredo González González
Lo viví de alguna forma.
Los impulsos de la segunda década del siglo XX se dejaron sentir cuando los sudcalifornianos por ley natural le preguntaron a un personaje que posteriormente fue presidente de la república que por que los jefes políticos del entonces distrito sur nada más eran militares y no uno de la región. Llego el momento en que esto llego al presidente interino don Adolfo de la Huerta y, se obtuvo la autorización para que los sudcalifornianos de aquel entonces eligieran a su gobernante. Las demás comunidades eran delegaciones municipales.
Al no quedar consignado en la carta federal el rancio centralismo volvió a las andadas y fueron cuatro años en que se trabajó intensamente.
Esa es la genética de un problema que se deriva y hace crisis en 1958 cuando para variar otro castrense estaba al frente de nuestros destinos. El señor general de división Bonifacio Salinas Leal.
Hoy vemos aquí o vemos allá opiniones. En 1945 se hace un nuevo intento pro-gobernador nativo, estado libre y soberano, con obviamente el poder legislativo. Las circunstancias del momento no le permitían avanzar porque estaba en juego la sucesión presidencial, es normal pues, que quienes habían caminado con Salinas desearan el continuismo. Razonable la actitud porque habían gozado de un trato como las lociones y vinos importados, cigarrillos extranjeros y fundamentalmente con ciertas beligerancias. El suscrito no dice que Salinas fue malo, que era un general de la revolución y desde luego llego a pagar los sueldos de la burocracia de sus propios recursos.
Pero como todo bueno también hay malo, la estupidez y la arrogancia de algunos oficiales, un mariachi propio y organismos laborales de prestigio, pero con compromisos como la sección lll del SNTE. Se nos ha pedido a través de las redes para hacer un comentario sobre la polémica o puntos de vista entre el maestro Leonardo Reyes Silva y también el maestro Valentín Castro Burgoin donde a terciado el grupo periodístico la talacha donde me aprecio de ser amigo de ellos. Se han visto involucrado algunos personajes.
En el momento álgido del FUS en 1958 actuó por la brigada de quienes querían un cambio donde se encontraba el profesor Benito Beltrán conocido como el zorro plateado, Refugio Angulo, el maestro Lieras. Hizo que se agrietara la relación. Es normal que un organismo empresarial y sindical desee que un régimen continue y en esa época dicho con todas las consideraciones Leonardo Reyes Silva era el secretario general del sindicato. Lo que orillo en la parte organizada por el maestro Beltrán Beltrán encabezara una serie de acciones para que no fuera así. Salinas Leal se fue quedando al frente para variar otro militar y cuando fueron a la normal urbana a invitarnos a un meeting en el teatro Juárez fuimos a reventar el acto. Un maestro muy querido y respetado dio los nombres de quienes encabezábamos las inquietudes estudiantiles que por cierto eran muy pocas. Así se hizo. Al día siguiente apareció en un rotativo local que quienes habíamos andado en estas primeras peripecias tenían trabajo en la entidad de origen profesional.
Tomaba venganza de esta manera el gobernante que estaba en turno. De hecho son testigos Alicia Concepción Gallo Larios, Félix Mario Higuera Arce, un servidor y otro conjunto de estudiantes que exigimos y léase bien: que la generación del 58 es la única que no lleva el nombre de Petronilo Flores Castellano. Como no habría recursos para el baile, el banquete, salió una comisión al vecino estado a entrevistarse con nuestro paisano que era el gobernador casi saliente y desde luego que brindo el apoyo mandando a su representante.
Para el año de 1962 la voz de la frontera que había mandado a un buen reportero llamado Mario Suarez publico a ocho columnas “los sudcalifornianos son flojos y muertos de hambre”, en un solo instante de furor se derramo la gota de agua y de esa manera se cumplía lo que le había dicho Carlos Alberto Madrazo a Félix Alberto Ortega como presidente nacional del PRI quienes estaban de esa comisión con el tabasqueño, otra más, la encabezaba Castillo Castro y a ellos los atendió Luis Echeverria que era secretario de gobernación. Las palabras de Madrazo que en su nombre llevaba la acción fueron: “ de fuente directa de mi hermano de las luchas Félix Alberto: mire Ortega, ustedes tienen la razón, también nosotros estamos cansados de aguilitas y de aguilotas, de espaditas y de espadotas y de ahí vino la sentencia, civil si, nativo al tiempo”. De tu a tu me lo comento el hombre hoy enterrado con su abuelo en las playitas de la concepción.
Denota pues, lo anterior, que hay antecedentes del porque había una lucha y del porque esa lucha tardo en fructificar más sistemáticamente si le cuenta del 20 hasta la llegada de Cervantes del Rio como civil mas no nativo y sus planes eran otros. Como siempre quizá por desconocimiento de la gente de la que estaba rodeado Agramont lo habían cercado, nativos sin ningún rosón de pólvora en la batalla y como suele suceder muchos llegaron a sentarse a la mesa puesta, Agramont fue un buen hombre.
Hubo muchos acontecimientos, entre ellos, hay que decirlo con respeto, pero hay que decirlo, gente que nunca vimos sentados en la meza de las playitas y que después dijeron en el aniversario de Loreto 70 que habíamos sido un grupo de exaltados. Una lucha cívica con respeto, una lucha social propositiva no puede andar haciendo genuflexiones. La sección lll del SNTE, los de mente evolucionada tomaron el papel que le correspondía. La frase de este día: “ échenle mas copal al santo” porque si alguien los desconocía por tres días y dos noches para preparar el acto en la primera capital de las californias que costaron 17 mil pesos íbamos a ser consignados Félix Ortega, Alejandro Martínez ,Álvaro Gonzalez, Cesar Castro Peña y en la casa de ustedes se le dijo a un funcionario que como fuera íbamos a pagar, había nacido mi tercera hija y en la mesa dije yo a don Alejandro y se comentaba que Félix había pagado el movimiento, falso, un servidor que había boteado en la gasolinera de los Castro, pusieron los autobuses de reciente modelo para transportar a gente que no tenía como moverse, así fue. No me lo platicaron ni anduve gozando de éxitos en donde no se participó.