Por Alfredo González González….
El derecho de petición está amparado por la ley.
Este día precisamente se cumplen 233 años cuando el pueblo francés dio al mundo los derechos universales del hombre, como lo es la libertad de pensamiento incluida casi en todas las normas constitucionales de los países salvo aquellos que sufren dictadura. Nuestro caso se incluyó el derecho de petición que parece no importarles a algunos funcionarios.
Hace algunos días precisamente con base del derecho de petición he tratado de cruzar un par de palabras con el Secretario particular del gobernador del estado. Seguramente un hombre importante y valioso por la cercanía con el ejecutivo pero, ni siquiera esa distancia puede hacerlo evadir la observancia de una petición que desea hacer un ciudadano. Total, se dice si o se dice no.
Yo no llego a la escandalosa expresión de una flagrante violación a un derecho que nos asiste, quizá lo hagan porque no les representamos ningún respeto como en el caso de un maestro ochentón pero el camino recorrido tendrán que recorrerlos ellos también.
Hace algunos días Castro Cosío expreso su firme decisión de tratar directamente con los periodistas. ¿Entonces?
Hay una contradicción entre lo que dice el gobernante y lo que hace el señor secretario particular. Repito: si es una orden aplaudo su lealtad, pero por el otro lado se evidencia que decimos una cosa y hacemos otra o bien se gira una disposición o se publica y alguien no la cumple y aquí es donde entra el concepto de que el poder no es compartido. Se podrá estar lo más cerca posible de un ejecutivo pero, no puede alterar ni debe hacerlo por salud propia las posiciones que toma el gobernador con respecto a la importancia y respeto que le da a los hombres y mujeres de la información.
En lo particular nunca me he sentido que me fabricaron a mano, trabaje con 5 gobernadores y con mis errores que haya cometido jamás rebase los linderos de la lealtad. Conocí secretarios particulares incluyendo a Cervantes del Rio que tenía a un secretario particular llamado Pedro Vázquez Colmenares. Un caballero que a sabiendas que era tema de críticas sin llegar a la majadería nunca puso muros, otros como Oscar Rodríguez de la Vega y Familiar. René Rouyer Garaizar, Edmundo Salgado Cota, Héctor Castro Castro. Muchas veces no se llegaba hasta el escritorio del gobernador y el proseguía de acuerdo con lo seleccionado con su jefe para resolver o proponer tiempos perentorios para hacerlo.
Pero hoy nos encontramos y nos sentimos frustrados y no porque queramos trato especial porque todos los que estamos en los periódicos o en los digitales nos tiene que sudar el lomo para establecer los equilibrios.
Ojala que el maestro Omar le quite una poca de crema a la ensalada. Los puestos públicos son transitorios. Ahora, que si esto le viene por el marcaje, por la desgracia nacional, eso ya es otra cosa.
Reflexión: el hombre en su madurez se distingue por su prudencia. Atentamente. Sin rencores.