Alfredo Gonzalez
Se acercan los tiempos en que se vera la calidad de los ajedrecistas políticos.
Lenta pero paulatinamente viene un primer encuentro en cuatro o seis estados de la republica y aun cuando sirva de promoción quien gane esas candidaturas o alcaldías, no determina la elección presidencial. En política solamente hay una cosa que resulta: se suma o se multiplica, jamás se divide o se resta y en estas operaciones fundamentales, lamentablemente hay quienes hacen lo contrario a lo que podría de acuerdo con su mentalidad darles el triunfo. Es aquí cuando el ánimo del ajedrecista político debe saber mover las piezas. Lo único cierto de todo esto es que en política tres por tres no son nueve, pueden ser diez, pueden ser mas o pueden ser menos. Y esto no es simplemente un fuego de palabras. Cuando queremos sacar la superficie del circulo hay quienes con un transportador y un compas van trazando arcos de noventa grados para después cerrarlos y entonar la cuadratura del círculo, para buscar su área hay una formula: pi por radio al cuadrado multiplicado por 3.1416 cantidad inexacta y así puede irse hacia el infinito.
Por ello quienes están en el tablero del ajedrez político deben saber de tiempos, de la valentía de los peones, de la fortaleza de las torres, de la agilidad de los alfiles porque en un descuido en dos movimientos el oponente le da el mate al pastor.
Por ello ajedrecistas o asesores políticos deben pensar en la conveniencia de lo mejor que es lo colectivo y no buscar el poder por el poder mismo pensando en beneficios personales.
Hay una expresión que dice: “presidente no deja presidente” porque si lo intenta hacer comete errores como destapes prematuros como en el caso actual donde hay hasta cuatro precandidatos que se están picoteando vaya, y en que fue.
Decía uno de los filósofos de la política de mexicana: Jesus Reyes Heroles: “la política es como el matrimonio: hay que llegar al altar a la hora y punto, si llega antes corre el peligro que la novia se arrepienta”.
Nervios de acero, pensar con el cerebro no con las viseras, y jamás olvidar que las minorías son parte de una democracia. Todo aquel que quiera arrasar con ellas se expone a darse de frentazos.
La política suele ser cruel, fría, calculadora, en este país en varias ocasiones no llega el mejor sino el que mas conviene. Luis Donaldo Colosio Murrieta no dejo que le impusieron lastres y eso ocasiono que lo traicionaran en un crimen de estado que por muchos años habrá de recordarse. Hay unas manos en Monterrey que se mueven desde una presidencia municipal y un sepulcro que se estremece en Magdalena de Quino Sonora.
La frase de hoy: “la política tiene como meta la felicidad colectiva a través de la educación, el deporte, la cultura, la seguridad y los estómagos llenos”.