Alfredo Gonzalez Gonzalez
La voz de muchas generaciones, señor Presidente.
Primeramente, sea bienvenido a este esfuerzo jalonado desde siempre por sus habitantes. Además, fiel a los procesos históricos de la nación desde la independencia, la reforma y la revolución.
Cada vez que ha visitado esta tierra un ejecutivo federal manifiesta la reiterada petición de que lo que en otros tiempos podría favorecer los ingresos familiares podían buscar un nivel, sin que usted pudiera quitarnos una carga impositiva como es el ISR.
En igual forma hemos pugnado porque aun cuando tenemos temperaturas similares a los del estado de Sonora y nuestra vecina entidad, se mantienen inalterables los cambios bruscos en el invierno donde ya no sabemos si comer o iluminarnos con velas.
En cuanto a la asistencia de los educandos a sus clases con los horarios de invierno las criaturas salen todavía sin la claridad del nuevo día, lo que impone una serie de peligros aun cuando sus instituciones queden a unas cuantas cuadras.
Las tarifas de la luz, señor presidente nos impone el deber de expresarle que con la inflación que vivimos, ni mantiene un estatus, ni crecimiento para el país, ni crecimiento o un pequeño progreso para nuestros hogares. Es cierto que esos ingresos son aprovechados, pero creemos que la salud a través de la alimentación es fácil como prioritario es que haya el suficiente abasto de medicamentos que muchas de las cosas no se nos surten a tiempo o la receta extendida ya no tiene validez para los siguientes 28 días. Mire usted, el suelo paralelo que nos divide al sur del vecino estado hace la gran diferencia. Mexicali tiene un trato preferencial, su temperatura es alta, los sonorenses igual, aquí hemos llegado a 48 grados señor, pero tal parece que aun por cada peso que ingresamos al ingreso de ustedes se nos regresa una mínima parte. Pero este más que un problema de reformas que ya es hora al pacto económico del documento federal es de comprensión, usted y se lo digo con el respeto a la potestad de la republica ha dicho que ha sido un hombre humanista y que entiende a los mexicanos, entiéndanos a nosotros también por que, el fin supremo de la actividad política es la felicidad de los pueblos a través de la educación, del deporte, de la obra material, de la prevención y curación de enfermedades. Por eso decimos a veces con desgano que en un solo México hay muchos Méxicos y mexicanos de segunda y de tercera, todavía el rarámuri de Chihuahua o el indígena de Chiapas o quienes sufrimos altas temperaturas y un alto costo de la vida lo sentimos en las espaldas. Nosotros lo felicitamos por le pacto de los empresarios sobre los costos de los productos que se producen en Guanajuato, del orden alimenticio, o en Jalisco, o en otra parte donde sean productos de origen agrícola, solo nos queda una duda, ¿Quiénes van a pagar el flete del transporte de sus productos a nuestro estado?
Que su estancia sea placentera y traiga buenas noticias, si es el litio que bueno, pero, eso va a tener un tiempo también sin que no sea reconocible en el tiempo que se realiza, bienvenido.