Lic. Severo GOMEZ BELTRAN.
Hace ciento cuarenta y cuatro años, se cumplen que en la comunidad minera de El Triunfo, cercana a esta ciudad, se lanzó el Plan Revolucionario con ese nombre, para desconocer como presidente de los Estados Unidos Mexicanos, al General Porfirio Díaz Mori, encabezado por el General Manuel Márquez de León.
Entre los firmantes en nuestra entidad, se encontraban dos mujeres sudcalifornianas, que respaldaron este movimiento de insurrección nacional, surgido en el entonces distrito político de Baja California Sur, junto a Luisa Saavedra y Luz Moreno, respaldaron este movimiento, catorce hombres, por el cual desconocían al mandatario mexicano.
Señalando que venía desempeñándose como un jefe perjuro, porque no estaba respetando los principios de evitar reelegirse en el poder que juro defender, por lo que como un movimiento nacional se formó entonces un “Ejercito Reformador” Nombrándose como jefe a Juan N. Méndez.
En su contenido señalan, considerando: que el gobierno del general Díaz es una verdadera calamidad para la República, que ese jefe perjuro porque ha faltado a sus compromisos vulnerando los mismos principios que tantas veces protestara sostener.
Pero además, nada se puede esperar ya de quien la honra de la nación y la vida de los ciudadanos no merecen ningún respeto, han acordado por lo cual se establecen los siguientes planteamientos :1. Se desconoce a don Porfirio Díaz como presidente de los Estados Unidos Mexicanos dos, Se reconoce como general en jefe del Ejército que se denominará “Reformador” al ciudadano Juan N. Méndez, que obrará con facultades discrecionales para ordenar todos los elementos necesarios, afín de salvar a la nación del estado degradante en que se halla.
Tres. Luego que el Ejército “Reformador” ocupe la capital de la República será llamado al Ejército del Poder Ejecutivo al actual presidente de la Suprema Corte de Justicia, siempre que en tiempo oportuno acepte el presente Plan, y en caso contrario una junta de oficiales generales, citada por el jefe del Ejército, designará a la persona que debe interinamente desempeñar la Primera Magistratura de la nación.
Cuatro, el presidente interino, luego que haya tomado posesión, expedirá la convocatoria para la elección de los supremos poderes federales acompañándola de una ley de responsabilidad que garantice solidariamente el libre sufragio del pueblo evitando esos fraudes electorales que tanto han desacreditado a las instituciones.
Cinco, el congreso que se instale se ocupará de actualizar y reformar la Constitución por medios que ella misma designe para que no se dificulte la observancia con interpretaciones violentas, ni lleguen los ciudadanos en ningún caso a verse privados de las garantías individuales, ni se tropiecen obstáculos para el buen arreglo de la Hacienda Pública, del Ejército y de la Marina Nacional, declarándose en sesión permanente hasta concluir.
Seis, todos los militares que no reconozcan oportunamente este Plan quedarán privados para siempre de sus empleos. 7. Mientras no se instale el Congreso, el presidente interino estará investí fío de facultades extraordinarias en todos los ramos de administración.
Ocho, todas las personas que a consecuencia de la Revolución emanada del Plan de Tuxtepec se hayan fuera del país puedan volver a él libremente.
Nueve, todo individuo que en servicio del enemigo atentare contra la vida de algún prisionero, será pasado por las armas inmediatamente que sea aprehendido.
Diez, se invita al general Manuel Marque: de León para que desempeñe el mando en jefe, este movimiento insurrecto no prosperó por falta del respaldo ciudadano y su dirigente general
Interino, el general Méndez se presenta a ejercer el cargo. Ponciano Romero, Jesús Alvares, Jesús Verdusco, Eduardo Cornejo, Luis Saavedra, Severiano Norzagaray, Juan Norzagaray, Luz Moreno, Juan Estrada, Nicolás Amador, Nicolás Sandez, Juan Castro Villavicencio, Francisco Leyva, Victoriano Navarro, Armando Ojeda,
Y cuando se ocupara la capital de la república, seria llamado a ejercer el poder ejecutivo, el entonces presidente de la Suprema Corte de Justicia, esto solamente, si en un tiempo oportuno respaldara ese plan revolucionario.
Este movimiento revolucionario nacional no logro sus propósitos, pero resalta la participación de las dos mujeres de la entidad, junto a Paciano Romero, Jesús Álvarez, Jesús Verduzco, Eduardo Cornejo, Severino Norzagaray, juan Estrada, Nicolás Amador, Nicolás Sández, Juan Castro Villavicencio, Francisco Leyva, Victoriano Navarro, Armando Ojeda y Brígido Altamirano, porque también ellas firmaron el también llamado Plan Revolucionario de El Triunfo en el año de mil ochocientos setenta y nueve.
En estos años de la sociedad inclusiva para el sector poblacional femenil, la participación de estas mujeres en el movimiento armado nacional de finales del siglo diecinueve, no está debidamente recordado por las organizaciones feministas y autoridades, a pesar de la importancia histórica y social que lo constituye, al efectuarse cuando no tenía este sector poblacional las mismas posibilidades de los hombres sumarse a las luchas revolucionarias en nuestra entidad.