Mis tiempos
* …..tiempos idos que no volverán
En 1978, tenía tres años de compensado en el Ayuntamiento de La Paz con un sueldo quincenal de 735 pesos, los trabajadores de base o sindicalizados cobraban arriba de 2,500 pesos a la quincena, recuerdo haber visto un talón del sueldo de Ángel César Mendoza Arámburo, gobernador del estado con un sueldo de 30 mil pesos mensuales, aun así era feliz, y era feliz porque para mí el dinero nunca ha sido una prioridad que me espante el sueño, mucho menos hacer fortunas, juntar dinero o amasar poder, con lo indispensable me basta; el hecho de no obsesionarme por el dinero, poder, influencias etc., me ha dado más satisfacciones que quizás el dinero y el poder me hubiesen negado, me aplique eso sí, en formar una familia de bien, y creo haberlo logrado.
José Zamora QEPD, tenía a su cargo, entre otras atribuciones, monitorear los precios de los artículos básicos o de primera necesidad que a su vez reportaba mensualmente ante la Secretaria de Industria y Comercio, antecedente de lo que hoy es el INEGI, no era propiamente mi trabajo, en ese tiempo estaba comisionado en los parquímetros como inspector, era el que levantaba las multas cuando los estacionamientos estaban ocupados con carros y los parquímetros vencidos, dos días al mes, después de hacer mi “chamba” disponía a monitorear los precios por órdenes de José Zamora, visitaba los comercios al azar, nunca me dijeron que tiendas sí y que tiendas no, Zamora no era mi jefe pero lo apoyaba, recién había ingresado a la prepa Morelos, lo hacía para hacer méritos con el fin de que me tomaran en cuenta para una plaza de base.
En ese tiempo el Ayuntamiento estaba en 16 de septiembre y Belisario Domínguez, en ese espacio tan reducido estaban todas las oficinas del municipio incluyendo el Registro Civil que contaba con más personal, la Juez y cinco secretarias, Obras Públicas un Jefe, una Secretaria y un topógrafo y párenle de contar, dudo que el personal administrativo llegásemos a 100 empleados sin incluir Servicios Públicos y Tránsito Municipal; Presidente Municipal, Secretario General Municipal, Tesorero, Juez del Registro Civil, Director de Servicios Públicos y Director de Tránsito, cinco regidores y cinco delegados municipales; San Antonio, Santiago, Todos Santos, San José del Cabo y Cabo San Lucas.
El Dr. Francisco Cardoza Macías era presidente municipal de La Paz, buen presidente lo recuerdo, un día dotó a los cinco delegados municipales de vehículos exclusivamente para el desplazamiento (movilidad de los delegados, camionetas Jeep Willys doble tracción de agencia, especiales para moverse en el medio rural, Juan Pedrín era delegado de San José del Cabo y su chofer y compadre inseparable el “Moncho” Green, me llevaba muy bien con el profesor Pedrín y con su compadre el también profesor “Moncho” Green, ambos eran conocidos de mi papá, en ese tiempo comenzaban a rifar “moda” los estéreos de cassette de 8 y 4 track, eran una locura, imagínese un cassettte de Los Muecas, Los Dandy, Lorenzo de Monteclaro, Los Freddy, etc., para esto el profesor Juan Pedrín mandó gravar un cassettte que lo ponía cada vez que viaja de San José del Cabo a La Paz o viceversa para que lo mantuviera atento cuando manejaba, toda la cinta era de advertencias para que no se durmiera o descuidara con el volante, o bien mantuviera una velocidad prudente, la voz del cassette era de su compadre profesor “Moncho” Green le recordaba a cada rato por espacio de un par de minutos, “vas muy recio Juan Pedrín, bájale a la velocidad Juan Pedrín”, “hay una curva Juan Pedrin”, “cuidado con el ganado Juan Pedrín”, “checa la temperatura y la gasolina Juan Pedrín” “hay un vado más delante Juan Pedrín”, etc., cassettte que me lo comento el mismísimo profesor Pedrín le era muy útil no solo para él sino también para el profesor “Moncho” Green que muchas veces viajaba solo, ambos ya estaban grandes, maestros jubilados, eso sí muy en lo suyo, al pendiente de cualquier detalle o problema que se presentará en la delegación, Juan Manuel de La Peña Gutiérrez, era el delegado municipal de San Antonio, Ricardo Martínez Monteverde de Todos Santos, Carlos Martínez Villa de Cabo San Lucas y Gilberto Rodríguez del Rosal de Santiago. ¡Qué tal!.
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