Mis tiempos
En el Llano (Kakiwui) como suelen llamarlo los lugareños, desde que comencé a visitar a mi amigo Porfirio “Pilo” Amador Higuera 🙏 he pasado días inolvidables aderezados con relatos como el que hoy les comparto.
* Burro muerto por un “lión” (puma)
Justo el día que llegue a Los Llanos de Kakiwui a disfrutar el frío y la soledad, en el mítico territorio de Umi se escribía una nueva historia en la vida cotidiana del ranchero de la zona serrana del norte de La Paz, tras un fallido encuentro de un jinete con un lión (puma); ese día por la mañana, Luis Talamantes hijo, un chavo de 20 o 22 años salió a buscar burros que utilizarían para bajar costales de “guano” de cuevas casi inaccesibles ubicadas en la intrincada la sierra, la idea era formar una recua de burros para bajar el “guano” a orilla de la brecha donde pudieran acarrearlo en carro; el “guano” son las heces de los murciélagos que es utilizado como fertilizante natural, recuerdo que allá por la década de los 70´s existía una paraestatal llamada “Guanos y Fertilizantes de México” que explotaba el “guano” en las costas de Los Cabos.
Ese día, Luis Talamantes hijo ensilló un caballo, y muy temprano salió a la “campeada”, tomó la brecha que va al campo pesquero Los Burros que pasa precisamente por Umi, antes de llegar a Umi tomó la ladera de la sierra donde se encuentra El Potrero, un rancho chivero habitado por el ranchero y su esposa, ambos si acaso de 50 años de edad, allí hay agua que brota de un ojo de agua, justo en las laderas que bordean la mesa de Umi, antes de llegar al rancho se encuentran varias cañadas poco profundas donde se internó en busca de los burros, al poco rato de entrar a la zona de cañadas sintió que el caballo se le “amachaba”, inquieto y nervioso que no quería caminar, él le apuró “pajuelando” los estribos hasta que se acercó justo donde estaba un burro muerto, comido de un lado y sin los dos ojos, tapado con varañas, zacate y piedras, logró acercar la bestia (caballo) a no menos de cinco metros de donde se encontraba el burro muerto, ya que se dio cuenta le apuró al caballo para salir de allí y seguir buscando los burros, eso si más precavido; todavía era temprano, en la tarde regreso a su casa sin los burros y con la novedad de que un lión (puma) había matado un burro.
Al día siguiente, ya en Los Llanos, mataron una vaca para hacer una tatema e invitar a comer al gobernador el día de la virgen (12 de diciembre), el gobernador no fue pero se disculpó por cuestiones de agenda, ya que “destazaron” la res colgaron la carne (piezas) en el corredor para que se oreara, justo donde duermo; esa noche en catres y camas de campaña había tres nuevos inquilinos en la casa de Fernando León y doña Yoya Amador; Beto Ojeda, Chencho Amador y yo. Me llamó la atención que esa noche los dos perros que hay en el rancho andaban muy inquietos y nerviosos; toda la noche me levantó a orinar por mis problemas de riñones, cinco o seis veces en la noche, así que se me dificulta reconciliar de nuevo el sueño y hay estoy con los ojos pelados, cuando me levantaba veía que los perros estaban muy inquietos y nerviosos, ladraban y corrían de un lado pa’ otro; toda las noches dejan la luz “prendida” (luz solar) que “aluza” el alrededor de la casa pero por fuera, precisamente para que no se acerquen animales, esa noche veía que uno de los perros, quizás el más nervioso muía, ladraba y se quedaba viendo a lo lejos sobre el inmenso Llano, en la mañana que nos levantamos, a la hora del café, les platique que sentí toda la noche muy nerviosos a los perros y me dijeron que los “pinches” perros se querían “chingar” la carne de la vaca que estaba colgada en el corredor, en lo personal no compartí tal suposición y me incliné por la hipótesis de que los perros veían u olfateaban algún animal.
El 11 de diciembre, dos días después que llegue a Los Llanos, con la sangre del “degüello” hicieron morcilla y la que quedó dentro de la res se la dieron a los perros y la otra la tiraron fuera del solar de la casa que está cercado con malla ciclónica, esa noche varias reses de Fernando que ocasionalmente duermen cerca de la casa atraídas por la luz que “alumbra” todo el alrededor se juntaron y toda la noche estuvieron bramando, bramidos tristes seguramente porque habían “olido” la sangre; desde una noche anterior traía la robustecida sospecha de que algún animal, probablemente un “lión” (puma) merodeaba cerca del rancho, de hecho en una zona de “iones”, unos de a de veras otro cabezas prietas, en fin me quede con esa impresión; tres días después que me vine de Los Llanos, ese día también se vinieron Fernando y doña Yoya quedando el rancho solo, encontraron un becerro muerto a escasos doscientos metros de la casa, en pleno llano que fue cazado por un “lión”, coincidencias o meras casualidades; desde hace días Fernando y doña Yoya me han estado insistiendo que vaya a pasar el “año nuevo” a Los Llanos, con todo y que los “liones” no comen caca, le pienso jajajajajaja. ¡Qué tal!
Para cualquier comentario, duda o aclaración, diríjase a victoroctavioBCS@hotmail.com@