Por Víctor Octavio García
* Cerro Blanco
El pasado 4 de diciembre, hace escasos seis días, como todas las mañanas Christian Amador salió a traer las chivas donde pastorean y duermen, muchas a punto de parir, su juventud, agilidad y experiencia le permiten escalar los cerros como sí nada. Poco antes del llegar al “Cerro Blanco” vio auras volando en circuló y le dio mala espina, siguió las auras a ver qué era, al llegar vio una chiva que le habían comido los dentros y un cuatro trasero un “lion” (puma) en la madrugada de ese mismo día, la chiva era de él, el “Cerro Blanco” está relativamente cerca de su casa en Santa María de Toris, dos kilómetros cuando mucho. Ese mismo día que llegue a El Muro, 6 de diciembre, en el rancho Las Matancitas, Carlos “Flaco” Amador salió a arrear las chivas encontrando una muerta probablemente un par de horas antes de que llegará casi se la había comido por completo el “lion”, también cerca de su casa, les cortaron “juellas” para ver que animal podía ser y encontraron “juellas” y “trillas” de “lion” grande. En Los Llanos de Kakiwui, a Jorge Amador, a solo 70 metros de su casa donde se encuentran los corrales otro “lion” mató un borrego. Dice Jorge, que fue después de las seis de la mañana cuando les abre el corral, lo curioso es que nadie se dio cuenta ni los perros sintieron o detectaron la presencia del “lion”.
Después de tres años se secas quedaron casi sin animales, se les murieron, se les perdieron y vendieron para poder comprar pastura para la manutención, hay ranchos que se quedaron sin ningún vientre, este año gracias a Dios les llovió muy bien, hay mucho pasto y agua, lo que falta son animales, justo en este escenario que prometía ser halagüeño por las lluvias les cayeron los depredadores, “liones” y coyotes que están diezmando severamente sus hatos de ganado y chinchorros de chivas. Ante tal situación, muchas chiveros decidieron pastorean sus chivas cuidando que no se vallan lejos, y ni así, cerca de los ranchos las están matando.
Siempre se han registrado la presencia de “liones”, gatos monteses que matan borregos, chivas y ganado, de coyotes no se diga, pero este año el problema ha recrudecido como si los depredadores le hubiesen perdido el miedo a la gente hasta rondar en los alrededores de los ranchos. En lo que va de noviembre y diciembre, prácticamente no hay rancho en la zona serrana del norte de La Paz donde no se hayan registrados la presencia y ataques de depredadores. Es una plaga.
Cuando no es una es otra, la seca les pego muy duro, tres años sin llover, ahora que llovió bien pensaban reponerse de las secas los depredadores les están matando los escasos animales que les quedaron, el problema es para preocuparse y no es para menos, ahora salen a pastorear sus animales para espantar con su presencia alos depredadores, horas y horas cuidándolos. Ojala los ahuyenten y eviten que les maten más ganado y chivos. ¡Qué tal!.
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