Por Víctor Octavio García
Mis tiempos
* “A disposición…..”
En memoria de Magin Olachea
En la década de los 80’, Jesús “Chuy” Montaño Cota se desempeñaba como jefe de prensa del Ayuntamiento de Los Cabos, y producía boletines de prensa -información- como arroz, prácticamente no se daba abasto redactando boletines en una máquina de escribir Olivetti 92, fue así como logró sobrevivir cuatro administraciones municipales al hilo; todos los días lo visitaba Magín Olachea, periodista de la vieja guardia que por años fue corresponsal de La Voz del Sur y de otros periódicos locales en San José del Cabo, y le ayudaba en la “boletinada”, con el paso del tiempo se convirtió en un hábito en Magín de suerte que antes de las 8 de la mañana llegaba a la oficina del “Chuy” Montaño a esperar que abriera, y darle que no era mole de olla; 8 o 12 boletines en la mañana y otro tanto a mediodía y otro panguingui en la tarde; recuerdo que cuando había elecciones se cubría la jornada comicial desde el Ayuntamiento -no existían tanta bronca como ahora-, de suerte que el Chuy Montaño daba cuenta de cómo había estado la jornada comicial en cada ranchería y pueblito del municipio; un día de “votaciones” (elecciones) boletinó que en El Chapuli -pequeña comunidad cercana a Miraflores- no se había registrado ningún incidente, que la jornada había sido tranquila.
Magín era muy trabajador, acomedido, responsable que le encantaba el olor a tinta (escribir); todos los días llegaba puntual a la oficina del “Chuy” Montaño donde se encargaba de elaborar los boletines; no era trabajador del Ayuntamiento ni le pagaban, pero trabajaba más que si lo fuera, para él no había días festivos, sábados ni domingo, todos los días eran de chinga; un día le habló Oscar René Canseco Núñez al “Chuy” Montaño para que le prestará a “alguien” que le ayudará hacer los boletines de prensa del PRI municipal de Los Cabos (Oscar René Canseco era el presidente del PRI municipal en Los Cabos), y el “Chuy” Montaño le mando -vía memorándum- a Magín Olachea, “mañana temprano te presentas en el PRI municipal con Oscar René Canseco para que lo apoyes con los boletines de prensa” le dijo, Magín se le cuadra como militar y le contesta, “sí señor, a la orden”; al día siguiente Magín llega muy temprano al PRI municipal donde se pone a las órdenes de Oscar René Canseco; de ahí en adelante fue hacer y hacer boletines hasta que al dirigente municipal del PRI algo no le gusto y puso a Magín “a disposición”.
Ese día coincidió que fui a Los Cabos a cobrar mi mesada (yo recogía a diario los boletines y fotos que mandaba el “Chuy” Montaño de Los Cabos en el camión, y de allí a repartirlos a los periódicos, radio y televisión) y me topó con Magín Olachea a la entrada al Ayuntamiento y me pide que lo ayude, lo veo cabizbajo, preocupado, casi a punto de soltar el llanto; me enseña un “memorándum” que le habían dado en el PRI municipal donde lo “ponían a disposición”, al leerlo y conociendo su situación extra-laboral suelto la carcajada y le digo “oyes, de que te preocupas, si tú no eres empleado del Ayuntamiento, dile a Canseco que lo haga rollito (el memorándum) y le dé un mejor uso, le conteste”, Magín encoge los hombros y sonríe con nerviosismo. (Magín nunca fue empleado del Ayuntamiento ni nunca le pagaron, lo hacía porque le gustaba trabajar y porque era amigo del “Chuy” Montaño, pero hasta allí).
Años después fue acusado de un grave delito por el que tuvo que cubrir una injusta condena en el Cereso de La Paz (en ese entonces se hablaba de una venganza política), desconozco qué pasó con él, no volví a saber nada de él; sé que años después salió del Cereso tras ser defenestrado, calumniado y difamado como suele suceder con los periodistas pobres y honestos, con el añadido de que él reunía dos condiciones innatas para ser pasado con despiadada rudeza por los fríos y filosos dardos culposos del escrutinio público; ser sudcaliforniano y fiel creedor y defensor de su verdad. ¡Qué tal!.
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