Perdidos
Yo no sé en qué momento nos perdimos, nos apartamos del camino y dejamos de ser lo que siempre fuimos para llegar a no ser nada, cada vez que recorro zonas donde alguna vez se la rifaron nuestros viejos no dejo de lamentarme por la pérdida de aquellas actividades que nos dieron vida y nos dejaron un legado difícil de igualar, ya no digamos de superar, siento que nuestro proyecto como estado lo traemos perdido desde hace muchos años.
Hemos perdido mucho, mucho más de lo que creemos haber perdido, y es tal la perdida que estamos bajo el riesgo permanente de perder el estado y nuestra identidad y pertenencia frente al avasallamiento ruin y voraz de los de “afuera”, del arribismo, que han llegado al estado a hacer y deshacer, no todos claro está, pero si un buen número que de la noche a la mañana aparecen como dueños de hoteles, tierras, playas, costas e incluso de regidores, diputados, alcaldes sin dejar de lado que en 2011 por razones del destino y una “mala jugada” de la política, esta sí “buena” jugada, impidió que Narciso Agúndez nos heredara como gobernador un salvadoreño.
En mi caminar he recorrido salinas donde se producía sal de muy buena calidad, curtidurías donde se trabajaban las pieles, calichales donde quemaban cal, palo blancales donde extraían cacalote, zona de mescales donde se trabajaba la vinatería, campos pesqueros donde se salaban toneladas de pescados, mariscos y caguamas, ranchos donde se hacía muy buenos quesos, trapiches (molinos) que elaboraban dulces de inmejorable calidad, potreros de temporal donde se cultivaban granos de primera etc., que hoy no existen, salvo el vago recuerdo lo que fue y ya no es.
Eso sí, los políticos haciendo hasta lo imposible por “cambiar” el estado blandiendo culturas y costumbres que no son totalmente ajenas, veo con mucha tristeza cómo nuestros diputados y diputadas todos los días se levantan con el renovado ánimo de seguir “legislando” temas ideológicos y partidistas haciendo de un lado lo que verdaderamente nos interesa y demandamos los sudcalifornianos, seguimos careciendo de una ley de movilidad pero qué tal la sororidad con la cultura afromexicana, equidad de género, la no violencia contra las mujeres, la discriminación sexual, actitudes machistas, aborto y otros lindezas que si bien son importante no son prioritarios para los sudcalifornianos.
Desde hace años estamos dándole vuelta a un desafío que no es cosa menor; el agua, BCS no tiene agua y la escasa agua que hay está mal aprovechada y peor administrada, todos los días hay quejas de que “no llega el agua”, que los “tandeos” son insuficientes, qué los “balbuleros”, que existen muchas fugas en las redes y una serie de quejas en descargo frente a una realidad que no queremos ver ni aceptar; no hay agua, y no habrá agua mientras no se construyan obras de almacenamiento de aguas broncas ni se apliquen en los sistemas de agua potable y alcantarillado y combatan fugas, indolencia y la corrupción.
Lo más triste de todo esto es que hay que resignarnos a los actos de relumbrón, a las banalidades de un día sí y otro también, todos los días José Alfredo Bermúdez Beltrán, titular de Sepada repite como ventrículo lo que le susurran al oído manejando datos e información que quién sabe si sea ciertas de que se logró producir tantas toneladas de esto y de aquello, y lo más admirable es su atrevimiento, su arrojo sin par y su valentía de encaramarse a los pretiles de las represas de agua dulce de desde donde anuncia ambiciosos programas acuícolas para crear y producir tilapias. ¡Válgame Dios!. ¡Qué tal!.
Para cualquier comentario, duda o aclaración, diríjase a victoroctavioBCS@hotmail