* Significativo ejemplo de una familia unida que en especial remembranza me relató con pormenores su gran cariño a la base de creación familiar en B.C.S. de sus padres.
Les diré, selectos lectores, que con la confianza, respeto y amistad que me merece una familia como ésta, les narraré que al compartir con ellos en una de sus variadas reuniones familiares que acostumbran, en esa vez la temática fue sobre el recordar a sus padres y en específico a su mamá, Lupita, esto desde sus orígenes de cuando arribaron a esta tierra sudcaliforniana. Y así entonces fue se me ocurrió ofrecerles que si me relatan en fragmentos narrados entre unos y otra/as yo les captaría(anotando) al natural con sus propias palabras tan bonita historia; que hasta serviría como un valor de unidad familiar, sobre todo ahora que muchas familias mexicanas están sufriendo en diversos lugares de México, ya sea por la pandemia 20-22, los eventos de violencia, etc. por las razones ya conocidas; que de mi parte ya con orden editorial lo haría público periodísticamente. Y así entonces, me fueron relatando– no de entrevista–buena parte de este tema de familia; que finalmente estos recuerdos de alegrías y de tristezas se convertirían en especial valoración de ese ser querido que como madre y abuela forjó a su familia.
* VA PUES YA LA NARRACIÓN EN BASE A LO RELATADO COMO RECUERDO A DOÑA GUADALUPE.
En esta etapa vacacional (2024) una vez más la familia V. P. que de siempre se ha caracterizado por su muy especial unidad y querencia generacional, ahora aún estando viviendo algunas a la fecha con sus propias familias, y en otras entidades, se siguen reuniendo aquí eventualmente, esto con el ánimo de seguir conviviendo, compartir y recordar con los familiares de La Paz, B.C.S. donde están la mayoría de éstas, los V.P. Así pues, como en esta ocasión (julio-agosto) así sucedió gratamente partiendo de la generación de hermanos y hermanas hijas/os de doña Lupita y don Renato, su padre, muy queridos y valorados por todos sus descendientes: hijas e hijos, nietos, bisnietos, y la sociedad misma…Sin embargo, y como dije, a mí también me ha tocado acompañar en buena parte a esas bonitas y significativas convivencias socialfamiliares desde hace años, y en la actualidad en alguna de sus reuniones, ahora ya más reducidas- por lógica- son convivios entre hermanas/os y a veces con sus hijos/as y amistades personales. El caso y asunto es que en la más reciente prevaleció una razón: la de recordar la ejemplar vida familiar de su mamá, doña Lupita, donde fueron recordando hechos y detalles de su vida, desde la llegada de ella con su padre don Renato aquí a La Paz hasta llegar aldesarrollo y logros familiares tanto en Educación como en lo profesional.
* ASÍ PUES, ENSEGUIDA VOY A COLOCAR YA EN BREVES TEMAS ESENCIALES, SUS RELATOS...
Bien, como les dije, al ir captándoles y adecuándolos para su redacción, van esos relatos.
* Comencemos con esta parte con la narración de una de las hijas de doña lupita…La llegada de mi mama a la Paz, B.C.S. junto con nuestro padre fue por los años sesentas, habiendo salido de México D.F. rumbo a B.C., siguieron hacia al valle de Santo Domingo donde se establecieron temporalmente hasta llegar a La Paz, B.C.S. (su especialidad erarestaurantes y agricultura). Así muchos años pasaron educando y forjando a la familia, en el Valle y en La Paz…Al fallecer don Renato, doña Lupita en su viudez apoyó en mucho a sus hijos-hijas desde esta ciudad. Por cierto, que en ese lapso rentaron tres casas para vivir y poner restaurantes hasta que llegó el bienestar que fue cuando se pudo comprar la casa grande actual,; que ahí en esta su última casa, se dieron año con año fiestas navideñas y otras.
fiestas que duraban 2 días; los juegos en la calle libre; luego también fiestas del día de la madre; por el día del niño, día del padre, la rosca de reyes…Y siempre en todos estos eventos doña Lupita ahí estaba, presente siempre, organizando, colaborando con sus hijo@s nietos y hasta bisnietos alcanzó.
Y es que ella tenía su carácter muy especial, pero al mismo tiempo tenía unamor incondicional a la familia. Y así, ellas y ellos sus familiares directos,le tuvieron siempre un gran respeto a ella; acataban sus consejos; vaya, hasta en las adolescencias era vigilante de sus novios y novias juveniles…
Y cuando comenzaron a nacer los nietos y bisnietos, también les entregaba su amor de abuela y bisabuela. Como detalle: a ella también le tocó recibir y atender al abuelito (Don Adrián) que vivió sus últimos años aquí en esta casa (que murió más de los 100 años). Y este otro detalle que me dicen: “Mi mama le puso nombre a esta casa”: ELISA.
Sin embargo, ante todo esto, lógicamente hubo también tristezas; sí, alegrías y tristezas, pues en esos tiempos de doña Lupita se sintieron las ausencias eternas de dos de sus hermanos: la muerte de Carlos, luego la de Eduardo (Lalo) y al tiempo, la de ella misma, nuestra madre, me dicen. Supartida nos dejó heridas y cicatrices muy profundas, concluyeron…AHORA!