Luis M. Dibene Geraldo.
** NI LA PANDEMIA, NI LA DESESPERANZA IMPIDIERON GLORIFICAR A NUESTRAS MADRES VIVAS O…MUERTAS, EN ESTE SU DÍA. * PENSAMIENTOS Y POEMAS PROPIOS.
Sí, se siente, se percibe, que la pandemia todo está cambiando, desde ahora y lo que viene según estudios científicos, psicológicos, religiosos, filosóficos, armamentistas y políticos en el mundo; vaya, hasta en la forma de pensar y de ser, de actuar y de sufrir…sin embargo, digo, hay un sentimiento que pudiera cambiar de forma pero no de fondo: EL DEL AMOR, y muy en especial EL AMOR DE MADRE de ella a su cercana familia, y de aquí para con ella nuestras madres que la seguimos y seguiremos valorando y venerándola en cualquiera de las circunstancias que se vayan dando, sí, porque para la madre nada le moverá su sublime grandeza. Así, para extenderme más como preámbulo, ¡vámonos con las madres!
* SÍ, ES POR ESO QUE AHORA PASARÉ AL SIGUENTE ESPACIO DEDICADO A LAS MADRES EN SU DÍA.
Les entregaré estos pensamientos poéticos pero realistas, para las madres vivas y en eterno descanso.
Seleccioné este corto fragmento del inmenso poema, “El brindis del bohemio” por razones obvias, ya lo verán…Quién no se acuerda de este final de Año Nuevo de aquel brindis del bohemio. Va.
Esta parte es cuando intervino Arturo, “…el bohemio puro de noble corazón y gran cabeza…”, “aquel que deseaba robarle inspiración a la tristeza…”; que después de decir y decir, finaliza así…
“…Brindo por la mujer, mas no por esa en la que halláis consuelo en la tristeza, rescoldo del placer ¡desventurados!/; no por esa que os brinda sus hechizos cuando besáis sus rizos artificiosamente perfumados./ Yo no brindo por ella, compañeros, siento por esta vez no complaceros./
Brindo por la mujer, pero por una, por la que me brindó sus embelesos y me envolvió en sus besos;
/por la mujer que me arrulló en la cuna. /Por la mujer que me enseñó de niño lo que vale el cariño
exquisito, profundo y verdadero; /por la mujer que me arrulló en sus brazos y que me dio en pedazos
uno por uno, el corazón entero. ¡POR MI MADRE! bohemios…
* AHORA, DE MI INSPIRACIÓN PARAFRASIADA, LES PRESENTARÉ ESTE FRAGMENTO DE HACE 10 AÑOS.
**SUBLIMEGRANDEZA. A pesar, madre, que no te veía, que sólo latía y vivía en ti/ ahora sé que te sentía y que mi hambre y sed mitigabas/ porque eras el manantial de vida que en tu vientre crecía/ que tu sangre me dabas y que fue tu cuerpo mi refugio y nido/ y en tus aguas nadé allí en tu ser, por eso y más yo te bendigo, madre./ Y a pesar de tus náuseas y dolores me pariste con alegre llanto/ Y me diste a luz al abrirme las puertas de la vida…/esa luz que hoy miro y veo es por ti, madre bendita./ Luego después cuando tuve hambre, cuando tuve sed, cuando tuve frío, tú me diste tu lácteo amoroso noche y día/ y mojaste mis labios y calor arropándome en tus brazos…/ y después que ya te vi y sentí, te buscaba con mis ojos y mi llanto/ que desde esa pequeñez de niño el amor de ti, madre, viviría en mí.
Y a esa mi madre, que en mis inconsciencias del inicio de mi vida te sentía/ que en los primeros pasos me apoyabas y me guiabas/ pero yo inconsciente, en mi juvenil rebeldía también a veces lastimé/ que por mis frustraciones te causé el dolor y aflicción, oh madre mía / y a pesar de todo nunca me negaste el perdón que te pedí…/ que de aquellos pesares jamás me reprochaste nada, no hay palabras…/ y ese maternal silencio de amor yo lo sentía como mi mayor castigo./
Y hoy que tengo conciencia, veo, siento y valoro tu SUBLIME GRANDEZA/ en la figura de la madre de mis hijas, de la madre de mi esposa/ de la madre de mis nietos, que es cuando tu imagen vuelve a aparecer…/para volver a darle vida a mi vida, alma a mi alma, cuerpo y mente/ pues sé que desde el cielo me acompañas y me guías estando en mí/ en estas madres queridas, madres que veo y siento, madres que valoro/ cuando amorosamente están con sus hijos con su entrega y protección/ con su mano dispuesta siempre a darles todo en cuerpo alma y corazón/ y vuelvo a valorar la SUBLIME GRANDEZA de una madre, y de mi madre…/en la madre de mis hijos, en la madre de mi esposa, en la madre de mis nietos. (Luis Manuel Dibene Geraldo. La Paz, B.C.S. 10 de mayo de 2014).
* Y VA EL INICIO DE UN POEMA PROPIO PARA UNA MADRE QUE PARTIÓ CON DIOS…” …Ya no dieron esperanza…” * A la partida de un ser querido….“Los médicos ya no dieron esperanza / me lo dijeron hoy en reservado…/y ya miro la fúnebre balanzainclinarse más de un lado…Y tan grande y saludable que te miras/ jugueteando y teniendo mil proyectos/ sin saber que de este mundo te retiras…”. Seguiré…Ahora!