LUIS M. DIBENE GERALDO.
* DE ESPECÍFICOS COMENTARIOS, OPINIONES, SOBRE UN TEMA QUE EXPUSE PÚBLICA MENTE EN MEDIOS DIGITALES E IMPRESOS; Y HUBO REACCIONES COMO ÉSTAS…
Este tema que parecía no ser tan de fondo lo inicié esa vez- sólo para darnos la idea- con breves fragmentos de lo que Twitteo un ex funcionario que renunció o lo renunciaron al final del sexenio de Peña Nieto, pero lo hizo en base a nuestra sociedad más que en contra de los políticos de ese tiempo (a fines de 2016) y de los que estaban por arribar (los de la 4.T. con el poder ejecutivo de A.M. López Obrador).
Así, explicativamente yo escribí cosas como: “Aristóteles Núñez fue un buen político, capaz y honesto, que lo tomo de ejemplo por ser una voz de crítica inteligente; pero que, y a pesar de ello lo echaron…”
Veamos pues partes de su comunicado que conlleva una terrible crítica y autocrítica, emitido vía Twitter, del que pondré sólo -para el caso de hoy- unos cuantos fragmentos esenciales que nos servirán para nuestra meditación y reflexión que les digo…En su Twitter, casi al inicio dice: “…debo reconocer que he sido parte de una sociedad que no ha hecho lo suficiente para tener un mejor futuro y un mejor gobierno. ESO ME HACE CORRESPONSABLE. Tratar de evaluar por qué hemos llegado a este punto, obliga a analizar la idiosincrasia del mexicano. El mexicano se ha formado por generaciones en una cultura aspiracional y al mismo tiempo envuelto en la cultura del fracaso. Sí, duele, pero es la verdad”. “…El éxito o la aspiración de salir adelante de muchos mexicanos está fundada en el pensamiento mágico, en el evento fortuito o en la suerte: sacarse la lotería, recibir una herencia, encontrar el tesoro, ROBAR SIN SER DESCUBIERTO o que alguien superior se lo dé. Otro tanto de mexicanos centra su aspiración o éxito en la acumulación de bienes materiales, lujos, viajes, buen salario”; etc.etc.
* Y ASÍ, CON ESTOS SELECTOS FRAGMENTOS EXPODRÉ AHORA UNA DE LAS REACCIONES EN DESACUERDO.
La escritora y periodista Mélida Ojeda que radica en Tijuana B.C. me envió lo siguiente: Luis Manuel, a tu petición, aquí van mis comentarios sobre el tema que te leí, titulado ¡“SOBRE UN CONTUNDENTE RETRATO DE NUESTRO ENTORNO SOCIAL!”. Va…
*Creo que hablar de una sociedad es hablar de una abstracción, porque: ¿quién es la sociedad? Cuando se habla de que una colectividad tiene determinadas características se cae en una sobre generalización. ¿Cuando este hombre se pregunta por qué hemos llegado a este punto?, es decir, ¿por qué como sociedad no hemos hecho lo suficiente para tener (primero) un mejor futuro, y, (segundo) un mejor gobierno?…
En lo personal, considero que cada hombre o mujer que acude diariamente a realizar un trabajo honesto, está trabajando para un mejor futuro. Y claro que los hay; por ejemplo, taxistas que empiezan turno a las tres de la mañana y terminan… a las siete de la noche. Y cada padre y/o madre que se esfuerza en apoyar la educación de sus hijos está sembrando futuro. Y los hay: basta darse una vuelta por las universidades y demás centros de estudio.
Casi me resulta indignante que afirme que la aspiración de “salir adelante” de muchos mexicanos está fundada en la suerte. ¿Qué evidencias tiene para soltar esas palabras con tal contundencia?; estoy segura que muchos de nosotros –los mexicanos- le atizamos duro al trabajo y al estudio para salir adelante. Y qué quiere decir “salir adelante”, sino lograr contar con lo necesario para tener calidad de vida y no la “acumulación de bienes”, que eso sería ya otra historia. Por otra parte, el aspirar a un buen salario es algo totalmente legítimo. El sostener que todo un pueblo somos una sociedad de miedosos, que nuestra motivación para el éxito es la envidia y que, por definición, somos una sociedad que evade el esfuerzo, es pintarnos como un pueblo de eunucos. Y me niego a aceptarlo. No creo que rasgarse así las vestiduras y solazarse en la autodenigración sea bueno para nadie. La autocrítica es necesaria, pero debe ir más allá del lugar común. Y de lo segundo: ¿por qué como sociedad no hemos hecho lo suficiente para tener un buen gobierno?, pues eso se lo dejo a los politólogos (y a ti como reflexión). Órale. Ahora!