El veinticinco de junio de mil ochocientos sesenta y cinco, nació en el pueblo de Todos Santos, Dionisia Villarino Espinoza, mujer sudcaliforniana, que participó en el movimiento armado de la Revolución Mexicana hasta alcanzar el grado de Coronela del Ejercito Mexicano.
Prestó sus servicios de enfermería, comunicaciones y de inteligencia militar en el vecino estado de Sonora, para las tropas en varios combates en los que intervino hasta que concluyó el conflicto armado nacional y entonces se trasladó a la capital del país, donde apoyaría algunos incipientes movimientos feministas que luchaban por lograr la igualdad de los derechos de la mujer mexicana.
Por estas actividades durante el sexenio presidencial del general Lázaro Cárdenas del Río, recibió un reconocimiento respaldado por varias organizaciones políticas y sociales y el veinte de abril de mil novecientos treinta y ocho, el Comité Nacional del Frente Único Pro Derechos de la Mujer, del Partido de la Revolución Mexicana, la comisiona a Baja California Sur, para que organizara en esta región comités solidarios de ese organismo.
Por lo que se puede considerarse a la coronela Villarino Espinoza, pionera de la lucha por la igualdad de derechos de las mujeres sudcalifornianas, que, en nuestra entidad, las que tienen escasa difusión, a pesar de la gran importancia que alcanzo esta labor y en su pueblo natal con la categoría ahora de “Pueblo Mágico”, no existe ningún monumento para reconocer sus condiciones de revolucionaria y luchadora social feminista.
De igual manera la casa donde nació se encuentra convertida en un negocio turístico, con una placa colocada en su exterior, más con fines publicitarios que históricos para los visitantes nacionales y extranjeros, pero prácticamente su condición de luchadora revolucionaria y social, se encuentra en el olvido oficial y de las agrupaciones feministas modernas.