Alfredo González González….
En algún lugar de México.
-Oye carnal, ¿ya son dueños de México?
– Nel. la polaca está llena de escollos.
En eso pasamos un grupo que queríamos hacer periodismo y uno de ellos casi nos escupió en la cara: ustedes también tienen la culpa de todo lo que está sucediendo. uno de nosotros se animó a preguntar que si por que hacia eso y respondió su lenguaje: es que se les frunce el ceño cuando se aterrorizan la de perder la del perro (la comida).
Pero no todos son asi. mire.dijo el más formal. Cuando el chacal de Huerta asumió el poder asesinando al chaparrito de Madero un señor que se llamaba Salvador Díaz Mirón, hombre de letras y que se batía el duelo por el honor de una mujer fue nombrado Director del periódico El Imparcial, órgano informativo proclive a las causas del Gobierno, permanecimos en silencio porque es un dato que registramos en nuestros archivos. y es más, el viejo pelón de Huerta hizo una visita de cortesía al periódico. fue atendido con respeto y se retiró.
lo peor, agregó el joven que tenía tablas, la nota destacada del imparcial decía: “ el día de ayer nos visitó el excelentísimo señor presidente Don Victoriano Huerta… hasta ahí las cosas no hubieran llegado a mayores sino que había un remate del a nota que decía: “ cuando se fue, dejo un perfume de gloria” volteo con una mirada acusatoria y nos dijo en forma interrogatoria ¿cómo la ven?
Fue una lección de suprema dignidad. las honrosas excepciones prácticamente cada día firman su sentencia de vida, de hambre y de bloqueos, porque no son adictos a lamer las suelas de los secuaces del vencedor. La ley es clara y precisa. sin el respeto a esta tanto de periodista como de quienes son objeto de críticas, se extravió el estado de derecho y la ley está al arbitrio de los señores de horca y cuchilllo. Por ello también hay que escuchar la voz de los jóvenes pero que también estos no se confundan. Nada de pinches viejos porque como decía un colega por ahí: puede haber jóvenes decrépitos o viejos lozanos que tienen los tamaños suficientes con respeto y los mandatos de la ley para denunciar, acusar y que las autoridades obren en consecuencia.
Decía un viejo sabio que conocí: “ganar sin luchar es como vencer sin gloria” y al poder se llega con magnanimidad, no con el puñal en los dientes sino con la vocación del convencimiento de que un nuevo sistema que gobierna es capaz de transformar un país en una forma congruente, inteligente donde todos tengan las oportunidades de comenzar. obrar con odio por traumas de la niñez o de la adolescencia es como poner una bomba de tiempo en una criatura de cinco años porque hay muchas formas de destruir, no solamente físicamente, sino moral y espiritualmente, pero nadie podrá evitar eso, que no sean aquellos que aman a México y a todos los Méxicos que con pequeñas dádivas profesan simpatías.
Los jóvenes y en los maduros esta la solución. Del partido que sean porque si los males escaparon de la caja de pandora quedó guardada una llamada: “esperanza”.