TEMAS Y SUCESOS/DIÁLOGOS
Columnas recicladas: A PROPÓSITO DE…algunas frases de mi autoría
“No hay nada más fácil que hacer creer a un periodista lo que quiere creer”. La frase no es mía, ¡brincos diera! Aunque desde luego, también tengo algunas que son de mi autoría.
Como aquella de que vivir en la frontera con Estados Unidos y no tener un pasaporte visado, es como tener una caja fuerte llena de joyas, dinero y documentos de valores y no conocer la combinación.
Y es que vivir en Ciudad Juárez o Tijuana y no poder pasar al “otro lado”, es perder la oportunidad de conocer otro mundo. Claro que hay miles de personas que por falta de recursos económicos no pueden obtener un pasaporte y luego el visado del mismo.
Pero para quienes sí pueden hacerlo y no aprovechan la oportunidad, esa frase, les va como anillo al dedo. También tengo esta otra:
Un ser humano sin sentimientos, es como una guitarra sin cuerdas.
No faltará quien diga que me la fusilé de la Internet, pero no es mi costumbre. Es producto de algún momento de inspiración personal o de nostalgia.
Es más la frase la envié a un sitio en Internet en el que cuando desapareció la página, ya la habían visto unas 10 mil personas de muchas partes del mundo, que, obviamente hablan español y mire que había miles y miles de frases de todo tipo.
Tenía otra frase, pero esa me la corrigió don Miguel Guzmán, quien editó la revista California Gráficadurante muchos años hasta su muerte. Decía yo que los defectos del ser humano son una tuerca que a Dios se le había olvidado apretar cuando hizo al hombre y a la mujer, a su semejanza.
Don Miguel me dijo que no era así, sino que más bien lo había hecho a propósito para que los seres humanos buscáramos la perfección. Por cierto, don Miguel me obsequió en alguna ocasión un folletito con la famosa Carta a García y en el que también venía otro mensaje de estímulo y superación personal que nunca olvido:
Dice este último que un día, un empleado de una empresa allá en Argentina, le reclamó a su jefe por qué había ascendido al empelado X a un mejor cargo directivo, lo que era injusto porque apenas tenía uno o dos años trabajando allí y él tenía mas de 20.
Cuando le estaba haciendo el reclamo se escuchó un ruido sórdido en la calle y entonces el jefe le pide al empleado que por favor vaya a investigar qué es lo que está pasando y que regrese para que le de la respuesta.
El empleado aquel sale a la calle y regresa en dos minutos. Le dice al jefe que se trata de una caravana de vehículos que llevan determinada cantidad de cemento de tal empresa a una obra que se va a realizar en algún lugar y que va a costar algunos millones de pesos argentinos.
Entonces el jefe llama al empleado X que recién había ascendido y le pide que por favor vaya a la calle a ver qué es lo que está pasando. El empleado aquel se va y regresa a los 5 minutos:
Se trata del traslado de un pedido de 500 toneladas de cemento que la empresa Cementos del Arco envía en 50 de sus camiones a la zona del desarrollo turístico El Porvenir donde se construirá un hotel de 200 habitaciones que tendrá un costo de 100 millones de dólares, etcétera.
Entonces el jefe se voltea hacia el otro empleado y le dice: “¿Entiende ahora por qué lo ascendí a él y no a usted?” Finalmente ya había olvidado la autoría de la frase inicial de esta columna y que es del creador de la religión de los mormones, Joseph Smith y que, sin duda alguna, es lapidaria…
La lectura es vida, lo demás…es de lo menos…hzr@prodigy.net.mx