Lic. Severo GÓMEZ BELTRÁN.
Aunque el Panteón de Los San Juanes de esta ciudad, fue inaugurado oficialmente en el año de mil novecientos quince, anteriormente ya existían entierros realizados en esa zona, desde finales de mil ochocientos, porque fue parte de un terreno comunitario donde depositaban sus familiares fallecidos los habitantes de las rancherías cercanas.
Por lo que este campo santo, está cumpliendo ciento ocho años de que fuera inaugurado, el cual tiene una superficie de veinticuatro hectáreas y actualmente dispone de muy pocos espacios para nuevas sepulturas y por el crecimiento demográfico de la ciudad, ahora está rodeado de varias colonias densamente pobladas sin causar problemas sanitarios o a la infraestructura urbana.
Y de acuerdo a la tradición popular sobre el origen del nombre de este cementerio, se afirma que en esa época en las alturas del cerro que colinda a este predio, fallecieron dos personas las cuales por coincidencia tenían el nombre de Juan y fueron sepultados en esa zona.
Después se continuó sepultando en ese lugar, que fue conocido como el de los Juanes y en la segunda década del siglo pasado el gobierno de la entidad lo reinauguro oficialmente, aunque se encuentra una tumba que puede ser una de las más antiguas, donde están los restos del señor Tomás Balarezo en la que se señala que fue sepultado en el año de mil ochocientos setenta y tres.
Por lo que en esta celebración del Día de los Muertos, esta cumpliendo doscientos cincuenta años y puede ser considerada, una de las primeras personas sepultadas en este cementerio, pero existen también otros monumentos funerarios en este cementerio, donde se encuentran los restos de quienes posiblemente fueran inmigrantes extranjeros como uno de apellido E. P. Kennedys, pero que la fecha exacta resulta ilegible.