A principios del siglo pasado inició sus actividades en esta ciudad la empresa procesadora de pieles denominada “Suelas Viosca “, en una zona semirural, la que actualmente es la manzana ubicada entre las calles Licenciado Verdad, Josefa Ortiz de Domínguez, Antonio Navarro y Cinco de Febrero, donde ahora funcionan varias negociaciones y talleres.
Durante varias décadas, funcionó como una importante generación de empleos, al ocupar durante los años de mayor producción hasta trescientos trabajadores, al ser exportadora de pieles y baquetas para la industria del calzado y artículos personales de cuero que utilizaban las tropas durante las dos guerras mundiales, las que al finalizar disminuyó su actividad empresarial.
En esas condiciones se encontraba con una baja producción industrial hasta que, en el año de mil novecientos cincuenta y nueve, un incendio afectó seriamente su funcionamiento por lo que en los meses siguientes dejo de trabajar totalmente, dejando sus instalaciones sin utilizarlas.
Por el desarrollo comercial de este sector, en las últimas semanas, se colocaron carteles de una agencia inmobiliaria, donde se anuncia la venta del predio, que incluye los restos de la fundición utilizada para calentar los líquidos utilizados en el curtido de pieles de reses, de la cual sobresale la chimenea y la casa donde habitaban los propietarios de la empresa y sus ejecutivos.
Aunque no se tiene catalogado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia, como un monumento histórico, varias organizaciones interesadas preservar y difundir el pasado y tradiciones de nuestra capital, expresaron su preocupación por la posible demolición de la chimenea y los restos de la industria que subsisten en el interior del predio, que puede ser mediante algún mecanismo legal para conservarse como de interés social público y convertirlo en museo de las industrias locales.