Sucesión municipal
* Cómo vamos La Paz
Resulta interesante ver cómo que se están dibujando los escenarios de la sucesión municipal en La Paz, por un lado el buen posicionamiento (calificación) que trae la alcaldesa de La Paz Milena Quiroga y por el otro el sólido crecimiento de Rigo Mares, ambos factores cambiarán radical y diametralmente la hoja de ruta para el resto de los pretensos, es decir para Manuel Cota Cárdenas y para Yayo Van Wormer; lo que hoy se dibuja sobre el análisis plano, guste o no, producirá “definiciones” en la izquierda que gobierna el estado, cierto hay muchas izquierdas pero solo una es la que ejerce el poder y tiene, además, el privilegio de ser el “fiel de la balanza”.
Mucho de lo que se definirá en las semanas y meses por venir dependerá de la alcaldesa Milena Quiroga y del desempeño de Rigo Mares, dependerá porque Manuel Cota aún no ha podido salvar los umbrales de la burbuja y Yayo Van Wormer sin llegar a ser un referente propiamente dicho aún tiene que remontar las aguas nada tranquilas al interior de Morena; Manuel Cota tiene que salirse de la burbuja e incluso del partido que tomo como domicilio provisional si en realidad quiere crecer, en el caso de Yayo Van Wormer las lecturas son mucho más superficiales, es decir casi una hoja en blanco.
En el fondo lo que se disputa en está y en las decisiones venideras que se tomarán es por la supremacía de un liderazgo en la izquierdas en el estado, ahora sí de todas las izquierdas que por razones naturales y entendibles tienen concepciones distintas de hacer política y de ejercer el poder; las izquierdas pragmáticas lideradas por Leonel Cota Montaño y las izquierdas históricas representadas por Victor Castro Cosio, es innegable que comparten colores y consignas más no concepciones ni estilos de gobernar, ora sí que como reza el dicho, juntos pero no revueltos.
Ese es el tamiz por donde pasaran todas y cada una de las candidaturas en Morena, una especie de aduana donde se producirán muchos “quiebres” ante la exigencia y el reclamo mayor de que los aspirantes o candidatos tendrán obligadamente que portar y llevar la “marca de la casa”, la lealtad protestada, el fierro pues; hasta hoy lo que se apuntaron tempranamente para competir son, en el mejor de los casos, experimentos optimistas y sagaces o rounds de sombra donde se recreará la encarnizada y verdadera lucha por el poder, el coliseo romano donde se escenificará la fiesta grande de los gladiadores en su cruenta lucha contra los “liones” africanos.
Este escenario poco a nada cambiará de aquí al día de las decisiones, cambiaría sólo si los aspirantes que juegan en la periferia “rompen para estabilizar”; uno para superar los umbrales de la burbuja y el otro para ser y parecer aspirante. ¡Qué tal!.
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