El menor crecimiento en México no es responsabilidad únicamente del actual
gobierno, también de factores internacionales. Miles de pequeñas, medianas y
grandes empresas cerraron por el COVID. Basta entrar a un centro comercial para
ver locales vacíos y algunos con el letrero de “En renta”. Las cifras del gobierno
dicen que el empleo se incrementó, la realidad que vemos alrededor es distinta.
Los ingresos de la mayoría de los profesionales, pequeños empresarios y clase
media se redujeron. En los Estados Unidos el gobierno bajo impuestos y envío
dinero a muchos de los que pagan impuestos para mejorar su situación.
En México ante la falta de recursos, el gobierno en lugar de pasar a los
particulares obras como la del Tren Maya o aumentar la capacidad de las
refinerías existentes, compró una refinería vieja en los Estados Unidos y construye
otra en un terreno donde especialistas dijeron no era conveniente construir. En su
lugar debieron ampliar y modernizar las 6 refinerías existentes, que trabajan a la
mitad de su capacidad.
El actual gobierno sigue endeudándose. El mes de enero del 2023 anuncio la
colocación de 4 mil millones de dólares en bonos, que son más deuda. En lugar de
bajar impuestos para incrementar la inversión aumenta la burocracia, el papeleo y
los requisitos en el pago de impuestos para evitar la evasión fiscal, como si ese
fuera el problema. Buscan si alguna persona física o moral dejó de pagar algún
impuesto en el pasado para, como si fuera un delincuente, exigirle paguen.
Institucionalizaron el “terrorismo fiscal”.
En México el gobierno, vía impuestos se queda con 55.1% de las ganancias de
productores y comerciantes, en EUA con 36.6% y en Canadá 24.5%. El impuesto
al consumo es 6.25% en Texas, 7.25% en california y 16% en México.
El gobierno de AMLO debe bajar impuestos y concentrar su gasto en garantizar
paz y seguridad. Los robos y asesinatos dolosos aumentan y en varias partes de
México el control lo tiene el crimen organizado, que también cobra sus impuestos
o “derecho de piso”, situación que ya rebasó a las autoridades.
Si el gobierno no rectifica el camino, reduce la carga y presión fiscal, y no se
concentra en cumplir sus funciones básicas, pueden perder el control de la
economía y desatarse una crisis que empeore la situación y ponga en peligro el
orden social.