La Fiona
Soy y he sido aficionado a los off road, a las competencias automovilísticas de campo traviesa, eventos que nunca me pierdo salvo que se atraviese un imprevisto, afición que comparto con mi familia incluyendo a mis papás fallecidos, de ahí la historia de “La Fiona” y sus arrojados piloto y copiloto; Carlos Alberto “Güero” García Martínez, mi hijo, y Edgar Amador Aréchiga, mis ídolos. Carlos “Güero” de naturaleza intrépida, arrojado, parco para todo pero buen muchacho, lo quiero mucho. Cuando estaba chico, como ha ocurrido con mis cuatro hijos restantes, les enseñé tres cosas; manejar un arma, nadar y choferear un carro, habilidades que aprendieron desde que eran niños al igual que la afición por las “carreras de carros”.
Carlos (Güero), ya que comenzó a trabajar y hacer “dinerito” en su negocio de venta de carros usados (yardero), Edgar compró un pick up para correr (clase 8 ), lo adaptó y armaron un equipo de apoyo con sus amigos, participó en varios eventos de campo traviesa, en muchos perdió y en otros saboreó el triunfo, indistintamente de lo que pasará, la porra de los García Martínez siempre estaba presente, leal, firmes; cabizbajos cuando no llegaba a la meta y alegres cuando lo veíamos recibiendo trofeos, la verdad que es una experiencia inolvidable, irrepetible.
Lo mismo “parajeábamos” en Palo Escopeta, Los Divisaderos, el 35, Pata de Gallo, Las Golondrinas, Las Animas, El Saladito, El Conejo, La Ballena etc., apoyando al check point, pero sobre apoyando al equipo verde, al equipo de “La Fiona”, viviendo intensamente la emoción de ver a nuestro equipo cruzando valles, subiendo cuestas, descolgando desfiladeros con el rugir del motor a su máxima potencia; fotos, videos e historias intimas que nunca olvidaremos; cada “parajeada”, cada “acampada” una nueva historia, grandes emociones; lo que más satisfacción me daba era sentir la fraternidad, la amistad y camarería que reinaba, la solidaridad franca y desinteresada entre los que integrantes del equipo de apoyo de “La Fiona”, amigos de a de veras de Carlos “Güero”, de Edgar y de mi familia.
Rosario y un servidor aperingábamos con el lonche para todos, diez que conformaban el equipo de apoyo y nosotros; carne asada, tamales, tortas de pierna de puerco, sándwichs, cocteles de mariscos, pescados empapelados, burritos de mantarrayas, hígados encebollados, birrias y menudos que preparábamos normalmente en las “parajeadas” sin faltar el café colado, cerveza, tequila. Recuerdo que estábamos “parajeados” en Las Golondrinas” durante una carrera de las “Dos Mares”, Rosario había hecho tortas de pierna de puerco y yo traía antojo de comer otra cosa, me acerque a una de las tres casas que conforman el rancho de “Las Golondrinas” al ver que iba mucha gente y salía con bolsas de plástico en las manos, me acerqué y pregunte qué es lo que vendían, me contestó una señora, “tamales”, y de que son le inquirí, de costillas de puerco, me contesto, ahí mismo le compré cuatro y me los lleve para el “paraje”, estaban calientes, recién hechos, con la misma le quité las hojas donde estaba envuelto y me sorprendí, una chulada de tamales, muy buenos, riquísimos, con la misma me regresé a comprar más, recuerdo que los daban a 15 pesos, pensaba comprar 40 para que los probará el equipo de apoyo de “Fiona” y solo encontré 11, esos ya no los compartí, ora sí que como decía una vecina, “los tamales son pa’ Anselmo”.
Infinidad de pequeñas historias y anécdotas sin par se escribieron a lo largo de las “parajeadas” no exentas de sin sabores, desperfectos mecánicos desde una llantas hasta accidentes serios en la brecha, experiencias que vivimos intensamente, y que hoy recuerdo con mucha nostalgia esos días idos que no volverán, salvo el imperecedero recuerdo con los que hoy honró a mis ídolos de los off road y de las brechas; Carlos Alberto “Güero” García Martínez y a Edgar Amador Aréchiga y a su fiel equipo de amigos de apoyo que siempre estuvieron firmes, siempre presentes en las verdades y en las maduras, para todos ellos mi agradecimiento permanente. Que Dios los bendiga. ¡Arriba mis campeones!.
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