Sencillamente Ángel Cesar.
El quince de enero al promulgarse por bando solemne la conversión de territorio estado por el Ing. Félix Agramont Cota de hecho se iniciaba las convocatorias para elegir al sucesor de Agramont. Personajes como el propio Ángel Cesar, Raúl Palacios Avilés y Alfonso Guerrero González, entre otros registraron sus afanes.
La decisión ciudadana lueguito se dejó sentir. Empezaron los “gallos” vehiculares con conjuntos musicales y leyendas como “Queremos un Ángel”, “Yo y mi familia con Ángel Cesar”. Fue como un chispazo que se detono en la entidad. Por primera vez el pueblo iría a las urnas para elegir a su gobernante civil y nativo aunque Agramont fue el primero institucional nombrado. Fue el periodo de 1975-1981 igual que el anterior gobernó como lo establece el aforismo latino. Suavidad en la forma y firmeza en el fondo. Pero con energía y seriedad.
Uno de los impulsos que corono con la creación de dos nobles instituciones: La UABCS y la Escuela Normal Superior del Estado.
En ocasión de haber recicibo la honrosa responsabilidad de hablar con la sociedad civil me dirigí para homenajear a los gobernantes Guillermo Mercado Romero, Félix Agramont por la labor desarrollada al referirme a Mendoza Aramburo le dije: “usted nos vino mintiendo todo este tiempo porque dijo que lo más grande que hizo fue la fundación de dos grandes instituciones” que ya mencionamos. Ya era gobernador Marcos Alberto Covarrubias.
El Lic. Mendoza se ponía pálido cuando dije esas palabras porque agregamos: lo más grande que usted hizo, fue lo que no hizo. Usted no asesino, no persiguió, no rebajo la condición y la dignidad humana y de eso muchos de nosotros pensamos que la obra espiritual tiene un valor incalculable. Ángel Cesar como le gustaba que le dijeran también se enfrentó a problemas como el ciclón lisa del 30 de septiembre de 1975. Lamentablemente hubo pérdidas humanas, pero al igual que Víctor Castro enfrento el problema y con ello nació la primera y segunda sección de la 8 de Octubre.
Una de las frases principales de él era: si todos remamos al mismo tiempo, más pronto llegaremos con el menor esfuerzo.
Se le recuerda con cariño y con afecto.